Mucho podría escribirse sobre el tema y muchos los detalles sobre los cuales ahondar; sin embargo deseo hacer una breve reseña de cómo el ser humano por sus motivos diversos, desde poder colectar moluscos para alimentarse, hasta saciar la sed de aventura y/o protagonismo en la historia, a llegado a crear todo un sistema autónomo para mantenerse debajo del agua.
Primeramente aquellos quienes poblaban el planeta en tiempos antes de Cristo, seguramente tendrían la necesidad de obtener otro tipo de alimentos del mar, es así como en algunas costas del viejo continente se encuentran grandes cantidades de conchas de moluscos acumuladas a una profundidad tal, que se afirma que estos pobladores practicaron la Apnea (del Griego Apnoia, sin respiración; también conocido como buceo libre o a pulmón) para lograr alcanzar estos animales marinos. Ahora bien, ¿Ud. ha abierto los ojos debajo del mar o la piscina alguna vez?, seguro que no ve bien, ¿correcto? Pues los Polinesios crearon en esos tiempos remotos un sistema en el cual colocaban una concha de carey muy fina dentro de un marco de madera para ser colocada sobre los ojos y lograr una mejor visión submarina.
Primeramente aquellos quienes poblaban el planeta en tiempos antes de Cristo, seguramente tendrían la necesidad de obtener otro tipo de alimentos del mar, es así como en algunas costas del viejo continente se encuentran grandes cantidades de conchas de moluscos acumuladas a una profundidad tal, que se afirma que estos pobladores practicaron la Apnea (del Griego Apnoia, sin respiración; también conocido como buceo libre o a pulmón) para lograr alcanzar estos animales marinos. Ahora bien, ¿Ud. ha abierto los ojos debajo del mar o la piscina alguna vez?, seguro que no ve bien, ¿correcto? Pues los Polinesios crearon en esos tiempos remotos un sistema en el cual colocaban una concha de carey muy fina dentro de un marco de madera para ser colocada sobre los ojos y lograr una mejor visión submarina.
Ahora daremos un gran salto hasta un tiempo más actual, para hacer referencia a la aparición de las campanas de buceo, las cuales haciendo uso de una física simple como colocar un recipiente boca abajo se puede contener aire bajo el agua. Esto es lo que hizo en 1535 Guglielmo de Loreno, pudiendo usar este aire colocándose el buceador debajo del agua e introduciéndose dentro de la campana. ¡Perfecto! Ya podemos respirar bajo el agua, ¿pero por cuanto tiempo? ¡Pues no mucho¡ No fue hasta 1861, cuando Edmund Halley inventa una bomba capaz de producir aire y llevarlo a través de una manguera hasta dentro de la campana pudiendo renovar el aire consumido por aquellos primeros arriesgados buzos.
Esta idea de la campana de buceo se fue desarrollando hasta que Augustus Siebe en 1837 toma el diseño de Charles Anthony Deane quien creo un casco para los bomberos, el cual cubría su cabeza para protegerlos del humo mientras recibían aire enviado por una bomba, Siebe le anexa un traje impermeable capaz de ajustarse a este casco. Este casco junto con el traje y botas de lastre para poder hundirse y caminar bajo el agua, fue la primera escafandra tan bien conocida por nosotros hoy. Esta escafandra da paso a un nuevo plano y desarrollo del buceo, despertando la imaginación de muchos y particulares como Julio Verne cuando en 1869 publica Veinte Mil Leguas de Viaje Submarino dando vuelo a la conquista del fondo marino; pero como siempre la carrera militar también lo toma como uso bélico siendo usado para sabotear las naves enemigas causando daños a los cascos y el hundimiento de algunas de ellas.
Seguiremos la historia en la segunda parte.
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